"BARNABITAS ESPAÑA"


ALOCUCIÓN DEL 4 DE OCTUBRE


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EXHORTACION A LA CONFIANZA EN DIOS

Y A LA IMITACION DE CRISTO CRUCIFICADO

Para Que el árbol ponga raíces profundas es menester que sufra sacudidas de ventarrones cada día más violentos. No es, pues, de extrañarse si las persecuciones alcanzaron también a la "Pequeña compañía" y al nuevo Alférez de la Cruz.

Al ver a algunos de sus discípulos vacilar ante la nueva borrasca, Antonio María no se limitaba a dirigir fervientes súplicas a Dios, sino que procuraba también envalentonarles uno por uno. "La Orden ha sido fundada para la mortificación, el desprecio del mundo y la victoria sobre sí mismo, a imitación del Apóstol San Pablo, para gloria y el amor de Cristo Crucificado".

 

Alocución del 4 de Octubre de 1534 [157]{205}

(Fiesta de San Francisco de Asís)

     "Nos stulti propter Christum"[1] (1Cor. 4, 10) se definía a sí mismo a los demás Apóstoles y sus seguidores (decía de si, de los  otros Apóstoles y de sus seguidores) el incomparable Pablo, nuestro guía y patrono.

 1.   No hay que sorprenderse (maravillarse), pues, ni que temer, hermanos queridos (queridos hermanos), si nos atacan las distintas insidias del engaño diabólico, o los ataques abiertos y las calumnias de los hombres del mundo.

      Pues "Non est discipulus super magistrum" (Mt. 10, 24), "Neque servus maior domino suo"[2] (Jn. 15, 20; 13, 16).

      Decía Nuestro Señor y Maestro: "Si me persecuti sunt, et vos persequentur" (Jn. 15, 20).

      El mundo no puede más que odiarlos (sino odiaros): "Si de mundo essetis, mundus quod suum esset diligeret"[3] (Jn. 15, 19; 17, 14).

[158]    "Beati estis, cum maledixerint vobis et persecuti fuerint, et dixerint omne malum adversus vos, mantientes propter me. Gaudete et exsultate, quoniam merces {206} vestra copiosa est in coelis"[4] (Mt. 5, 11-12).

      Nuestro Salvador y celestial Maestro predijo que nos sucederían tales o parecidas cosas (Estas o cosas parecidas, como sabéis, predijo nuestro Salvador y celestial Maestro, para que no nos sorprendieran (sorprendieramos) como (de cosas) novedosas (nuevas) e inesperadas; (y nos) lo confirmó incluso con su ejemplo, para que no temiéramos enfrentarlas o padecerlas (sufrirlas) como si fueran intolerables.

 2.   Por tanto los (aquellos) que nos persiguen, mientras se hacen un daño a sí mismos, porque provocan en su contra (contra ellos) la ira de Dios, a nosotros nos hacen un bien, porque nos acrecientan (aumentan) la corona de (la) eterna gloria.

      Debemos, pues, compadecerlos y amarlos, en lugar de odiarlos o detestarlos (Nosotros, en lugar de odiarlos y detestarlos, debemos compadecerlos y amarlos). (Es) Más, debemos rezar por ellos (Mt. 5, 44) y, como nos amonesta (dice) nuestro Apóstol, no "vinci a malo, sed vincere in bono malum"[5] (Rom. 12, 21); y así acumular sobre su cabeza los beneficios de nuestra piedad, como carbones de ardiente caridad [159] (Rom. 12, 20); para que queden confundidos por su propia maldad al ver nuestra paciencia y bondad y, al fin arrepentidos, se decidan[6] a amar a Dios (para que ellos, viendo nuestra paciencia y bondad, queden confundidos por su maldad y, arrepentidos, decidan amar a Dios).

 3.   En cuanto a nosotros Dios en su misericordia nos sacó del mundo, aunque indignos, para que, sirviéndole a Él, pasemos de virtud en virtud (Sal. 84, 8) y a {207} través de la paciencia alcancemos abundantes frutos de caridad, gloriándonos "non solum in spe gloriae filiorum Dei, sed etiam in tribulationibus: scientes quod tribulatio patientiam operatur, patientia autem probationem, probatio vero spes; spes autem non confundit"[7] (Rom. 5, 2-3).

 

4.   ¿Qué sorpresa puede provocar (Pero que cosa tan grande y maravillosa es esta), hermanos, que el mundo nos desprecie y persiga como locos por Cristo?

      El mismo Cristo, Hijo y Sabiduría de Dios (1Cor. 1, 30), ha querido ser considerado loco, ser escarnecido y despreciado por amor a nosotros (nuestro).

      También el citado Apóstol, sabio Doctor de las gentes, propone a sí mismo y a los demás Apóstoles como ejemplo de [160] desprecio, al decir: "Nos stulti propter Christum" (1Cor. 4, 10); "Persecutionem patimur, et sustinemus; blasphemamur et obsecramus"[8] (1Cor. 4, 12-13).

       ¿Somos acaso más sabios que los Apóstoles? ¿Somos o creemos ser más privilegiados que Cristo? ¿Hay alguien entre nosotros que se crea sabio? Y si alguien es sabio de este modo, "stultus fiat, ut sit sapiens"[9] (1Cor. 3, 18).

 5.    Os diré con palabras del Apóstol: "Videte vocationen vestram, Fratres, quia non {208} multi sapientes secundum carnem, non multi potentes, non multi nobiles: sed quae stulta sunt mundi elegit Deus, ut confundat sapientes; et infirma mundi elegit Deus, ut confundat fortia; et ignobilia mundi, et contemptibilia elegit Deus, et ea que non sunt, ut ea quae sunt destrueret"[10] (1Cor. 1, 26-28).

       ¡Considerad, digo, hermanos queridos, vuestra Vocación! Reconoceremos con facilidad lo que requiere de nosotros si la examinamos con atención. De nosotros que hemos empezado a seguir, aunque de [161] lejos, los modelos (las huellas) de los Santos Apóstoles y de los demás seguidores[11] (caballeros) de Cristo.

       Nuestra Vocación consiste en no rehusar compartir sus sufrimientos, llevando estas pruebas de virtud, mucho más llevaderas que las de ellos (suyas).

       Y como en otro tiempo la Iglesia Católica, aunque probada por durísimas persecuciones, no desaparecía y más bien crecía cada día más, así este pequeño miembro[12](nuestra Congregación) no será destruido por las injurias, sino que, si resistimos, crecerá y se hará más fuerte, aunque la opriman muchas tribulaciones.

 6.   Por esta vía llegaron al cielo los Santos Mártires y (los) gloriosos Confesores y todos los Santos de Dios, pasando por el fuego y el agua (Sal. 66, 12). "Et omnes qui pie volunt vivere in Christo Jesu, {209} persecutionem patientur"[13] (2 Tim. 3, 12).

      Sin hablar de los demás, miremos a San Francisco de quien celebramos hoy la fiesta, "ut imitari non pigeat quod celebrare delectat"[14].

[162]  En él resplandece, como en un espejo, un claro ejemplo de piedad cristiana, de profunda humildad y principalmente (sobre todo) de ardiente caridad. ¡Cómo se manifestó (estaba) dispuesto a padecer oprobios! ¡Qué fuerte para triunfar de (sobre) sí mismo y del (sobre el) mundo! ¡Qué constante en soportar las injurias! ¡Cuán (Qué) alegre en las ofensas! ¡Cuán Qué dispuesto a padecer cualquier cosa más ,(por) cruel, por amor a Cristo!

      Él recibía todas las ofensas como perlas muy preciosas que le enviaba el cielo: ¡valoraba mucho más las injurias que las alabanzas! ¡y estimaba más deseable (deseaba mas) sufrir por Cristo que gozar de la felicidad del mundo!

      Ahora se ha instalado tanto más (está tan) alto y más glorioso en el cielo, cuanto más humilde y despreciable ha sido a los ojos de los suyos y de los demás en la tierra.

       Imitemos, pues a este Santo, hermanos queridos, y no nos sea pesado seguir en nuestra vida y en nuestras costumbres (a aquel) a quien honramos con religioso culto y exaltamos con alabanzas.

 7.   Concluyamos, pues, con el Apóstol: "Per patientiam curramus ad propositum nobis certamen, aspicientes in {210} Auctorem [162]fidei et Consummatorem JESUM qui, proposito sibi gaudio, sustinuit CRUCEM, confusione contempta. Recogitate eum qui talem sustinuit, a peccatoribus adversus semetipsum, contradictionem, ut ne fatigemini, animis vestris deficientes. Nondum enim usque ad sanguinem restitistis adversus peccatum repugnantes"[15] (Heb. 12, 1-4).

    "In omnibus igitur exhibeamus nosmetipsos sicut DEI MINISTROS, in multa patientia, in tribulationibus, in necessitatibus, in angustiis, in plagis, in carceribus, in seditionibus, in laboribus, in vigiliis, in ieiuniis, in castitate, in scientia, in longanimitate, per arma iustitiae a dextris et a sinistris; per gloriam et ignobilitatem, per infamiam et bonam famam, ut seductores et veraces"[16] (2 Cor. 6, 4-8).

      Y porque hemos elegido como padre y guía a un apóstol tan grande, y nos gloriamos de ser sus seguidores, esforcémonos en manifestar en (vivir) nosotros su doctrina y ejemplo (sus ejemplos). Sería inadecuado que en las filas de un tan valiente conductor se encontraran soldados cobardes o desertores, o que fuéramos hijos degenerados de un padre tan glorioso.


     [1]      "Nosotros somos los locos de Cristo"

     [2]      "El discípulo no es más que su maestro"; "El servidor no es más que su patrón"

     [3]      "Me persiguieron a mí, también los perseguirán a ustedes"; "Si fueran del mundo el mundo los amaría, porque el mundo ama a los que le pertenecen".

     [4]      "Dichosos ustedes cuando por causa mía los maldigan, los persigan y, mintiendo, digan todo mal de ustedes. Alégrense y muéstrense contentos, porque tendrán una gran recompensa en el cielo".

     [5]      "no te dejes vencer por el malo, más bien vence el mal con el bien"

     [6]      se enciendan

     [7]      "no sólo en la esperanza de la gloria de los hijos de Dios,, sino también en las pruebas: sabiendo que de las pruebas resulta la paciencia, de la paciencia la fe firme, de la fe firme la esperanza; y la esperanza no nos desengaña".

     [8]      "Se nos persigue, y lo soportamos; se nos insulta y bendecimos".

     [9]      "hágase necio, para que llegue a ser sabio".

     [10]     "Hermanos, fíjense a quienes llamó, pues no hay muchos sabios según la carne, no muchos poderosos, nomuchos nobles: Dios escogió a lo que el mundo considera necio,, para avergonzar a los sabios; Dios ha escfogido a lo que el mundo tiene por débil, para avergonzar a los fuertes; Dios ha elegido a lo que el mundo considera irrelevante y despreciable, lo que no es, parapara rebajar a lo que es".

     [11]     Caballeros

     [12]     La Congregación, considerada un miembro de Cristo.

     [13]     "Todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús, serán perseguidos"

     [14]     "para que no nos pese imitar lo que nos agrada celebrar"; S. Agustín, Sermo CCXXV, Fiesta de los Mártires; P.L. XXXIX, 2161.

     [15]     "A través de la paciencia corramos la carrera que nos está reservada, fijando nuestra mirada en Jesús autor de nuestra fe y su prenda, quien cargó, concentrado en la felicidad que se proponía, con la cruz, considerada ofensiva. Piensen en Él que sufrió tantas contradicciones por parte de los pecadores, y no se cansarán ni desalentarán. Ustedes aún no han resistido hasta la sangre, enfrentados al mal"

     [16]     "En todo demostramos ser auténticos servidores de Cristo, con mucha paciencia, en las tribulaciones, en las necesidades, angustias, plagas, cárcel, motines, fatigas, vigilias, ayunos, castidad, ciencia, longanimidad, con las armas de la justicia a la derecha y a la izquierda; por la gloria o el insulto, en la buena o mala fama, como mentirosos aunque veraces".

 



















































                   
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